Hoy en día, en la gran mayoría de hogares se dispone de conexión a Internet. Una conexión que en determinadas ocasiones ocasiona problemas de cobertura en casas con distribuciones poco habituales, grandes muros, distribuidas en varias platas o grandes dimensiones.

Existen multitud de soluciones para conseguir que finalmente la cobertura de nuestra conexión WiFi llegue a cada rincón de la casa, amplificadores de señal, repetidores, etc. Pero todos ellos requieren de una inversión que no siempre suele aportar el resultado esperado y la solución a nuestros problemas.

Ahora bien, vamos a mostrar una alternativa totalmente gratuita y con la que podrás llevar la señal WiFi de tu conexión a todos esos lugares de la casa donde la señal se pierde o en donde se producen continuos cortes.

Y es que seguro muchos de vosotros o algún familiar o amigo, tendréis guardado en algún cajón muerto de la risa un router que ya no usamos y del que hasta ahora no hemos sacado ningún provecho. Pues bien, en este caso vamos a ver la manera de convertir ese viejo router como un segundo punto WiFi en nuestra casa o negocio para hacer llegar la señal a todos nuestros rincones de la casa o local

Para ello tan sólo necesitamos el router que proporciona la línea de ADSL, que es el router que tenemos activo en este momento, un cable de Ethernet y el viejo router que no usamos. Lo primero que debemos hacer es localizar el punto donde queremos situar este segundo punto de acceso para que su señal llegue a esos lugares donde el actual router no es capaz de llegar.

Una vez decidido, deberemos colocar el router a reciclar en esa posición y conectarlo a la corriente eléctrica. Después de que el router haya encendido correctamente (2 min. aproximadamente) es necesario conectar un cable Ethernet en cualquiera de sus salidas hasta un ordenador desde el que se procederá a configurar este router como punto de acceso.

Por lo tanto, se debe acceder a la configuración del router escribiendo en la barra de direcciones del navegador del ordenador la ip del router 192.168.1.1 o 192.168.0.1 y fijar un nombre y contraseña de red distintos al que trae por defecto y que la seguridad sea como mínimo wpa. A continuación se debe verificar que desconectando el cable Ethernet del router, desde el ordenador nos podemos conectar perfectamente a esa nueva red inalámbrica, accediendo a la página del router, aunque de momento no tendremos acceso a Internet.

Una vez que podemos acceder a la configuración del router sin estar conectado por cable es necesario buscar en la configuración del mismo el servidor DHCP que aparecerá en un principio como habilitado y el cual se debe deshabilitar y guardar los cambios en la configuración.

En este momento está todo listo para conectar con un cable Ethernet el router principal con el viejo router y comenzar a navegar desde la señal de este segundo punto de acceso. Si no fuese posible, es probable que se tenga que reiniciar el router principal para que al arrancar de nuevo aplique las direcciones IP a los equipos conectados.